Langileen oroimen historikoaren kontra egiten du PSOEk

 El PSOE quiere acabar con la historia de la minería

 "La SEPI se propuso acabar con el lugar tal y como lo conocemos arrojando dos millones de metros cúbicos de tierra sobre la cavidad con el fin de cubrirla alegando que de esta manera, los problemas de filtraciones de agua estarían solucionados, pero ocultando de la misma manera, que esos dos millones de metros cúbicos de tierra servirían también para enterrar el testigo de la memoria de miles de personas que fueron explotadas en aquel lugar, de cientos de personas que, en voz de un ex-minero “morían como chinches” extrayendo el hierro que forjó los pingues beneficios de la burguesía industrial vasca."

 

 Decía el presidente de la Fundación Museo de la Minería del País Vasco que la mina Concha II de Gallarta era “como un incunable”, una pieza única donde es posible leer, en el silencio de sus paredes el pasado minero de la comarca y sentir aun, el estremecimiento provocado por un lugar singular, donde nació en su máximo apogeo el embrión de lo que mas tarde seria el  potente movimiento obrero vizcaíno.

 Este pasado curso, sin embargo, la SEPI se propuso acabar con el lugar tal y como lo conocemos arrojando dos millones de metros cúbicos de tierra sobre la cavidad con el fin de cubrirla alegando que de esta manera, los problemas de filtraciones de agua estarían solucionados, pero ocultando de la misma manera, que esos dos millones de metros cúbicos de tierra servirían también para enterrar el testigo de la memoria de miles de personas que fueron explotadas en aquel lugar, de cientos de personas que, en voz de un ex-minero “morían como chinches” extrayendo el hierro que forjó los pingues beneficios de la burguesía industrial vasca.

 El proyecto ha sido parcialmente paralizado gracias la movilización tanto de colectivos como de organizaciones políticas como el Museo Minero o el EPK de la zona.

La SEPI sin embargo ha recurrido a los Tribunales desoyendo a la ciudadanía, un gesto que por insultante, no deja de ocultar la firme intención por parte del capital de hacer desaparecer los iconos de un pasado minero y obrero, en su afán, quizás, de que los y las jóvenes no sepamos de qué vivieron nuestros mayores, los horrores de su día a día y conseguir así hacernos comulgar con ruedas de molino en un mercado laboral que cada día se parece mas a aquel que nuestros abuelos, incluso con su sangre, lucharon por enterrar.