Lecciones de manipulación contra Cuba

La danza de El País contra el Ballet Nacional de Cuba

José Manzaneda
Coordinador de Cubainformación TV

Ballet Nacional de Cuba

El 18 de diciembre de 2007 el diario El País (1) informaba de que 3 jóvenes bailarines cubanos habían desertado del Ballet Nacional de Cuba durante una gira por Canadá. La noticia cuenta la “hazaña” de la deserción, al más puro estilo John LeCarré (2), hasta su rocambolesca llegada a Nueva York.

De nuevo, El País sigue la estrategia informativa marcada desde los grupos de ultraderecha de Miami, organizadores de este tipo de montajes mediáticos. Para ello combina numerosos elementos de manipulación y falta de ética periodística:

1.    En primer lugar, El País convierte en noticia la decisión personal de tres personas de un colectivo de más de 100 bailarines y técnicos que conforman el Ballet Nacional de Cuba. No menciona el escasísimo número de personas que abandonan este ballet en sus constantes giras por el exterior, a pesar de las ofertas económicas a sus integrantes. Tampoco lo compara con el permanente flujo de profesionales y artistas desde otros países de América Latina y el Tercer Mundo hacia los países ricos.

 
2.    La información, además, otorga carácter político a un caso de emigración económica. La razón de la decisión de estas tres personas está vinculada a su contratación por el Cuban Classical Ballet of Miami, una formación que vive del robo constante de talentos formados en la Isla.

 
3.    El diario El País presenta como víctimas a estas personas que, sin haber sufrido persecución política en su país, han obtenido asilo político y protección del gobierno de Estados Unidos, es decir, de la potencia que somete a Cuba a una guerra económica desde hace casi 50 años.

 
4.    Tampoco la información hace la menor referencia a la política discriminatoria de la administración de EEUU en materia migratoria, que ofrece residencia automática y ventajas sociales a la población cubana que pisa territorio norteamericano, mientras expulsa a miles de inmigrantes del resto de América Latina.

 
5.    Ni habla de que los tres bailarines cubanos, hasta la fecha, eran impedidos de ver a sus familiares residentes en EEUU debido a las sanciones impuestas, precisamente, por el gobierno norteamericano.

 
El País, por otro lado, silencia el éxito rotundo del Ballet Nacional de Cuba en su gira por Canadá. En la ciudad canadiense de Hamilton, una ciudad afectada por un duro proceso de reconversión industrial, actuó a precios razonables para la población, de base fundamentalmente trabajadora, y reservó dos días de representación para escolares de la ciudad.

 
Que de una enorme compañía como el Ballet Nacional de Cuba hayan emigrado 3 artistas tentados por ofertas económicas no debería ser la noticia. Lo verdaderamente relevante en este mundo regido por la insolidaridad es que la inmensa mayoría de los bailarines formados en un país bloqueado y del Tercer Mundo como Cuba prefieran actuar gratis para los niños de una escuela a hacerlo por dinero en un ballet de Miami o de Europa, actuando en teatros de lujo a precios elitistas.
 

Con este tratamiento informativo, una vez más, el diario El País hace una clarísima apología de la insolidaridad, del individualismo, del elitismo y una descarada promoción del robo de talentos a los países del Tercer Mundo.